Temí enamorarme.

Te quiero. Desde el principio te he querido, y lo sabes perfectamente. Puede que hubiera un tiempo en el que lo oculté, pero sí, ahora veo lo estúpido e inmaduro que fue ese gesto. Por ser una cobarde me contuve cada día un abrazo, un simple saludo. Por lo que pensara la gente no te dije todo lo que por ti sentía cada vez que rozaba ''casualmente'' tu oscura piel. Por miedo a enamorarme no te miré interiormente, porque sabía que si lo hacia, llegaría a enamorarme de la perfección. Pero me cansé de retener mis sentimientos. Un día rompí todas mis barreras, fuí rápidamente hacia donde tu te encontrabas, te dije hola, te miré fijamente y te besé con todas mis fuerzas.